TRAILER LAGRIMAS NEGRAS PRIMER CORTE
El trombonista puertorriqueño Aníbal de Gracia tuvo la enorme deferencia de hacernos llegar a Argentina su sexta producción discográfica, «Dejando huellas», en el que le rinde homenaje a los fenecidos salseros, la cubana Celia Cruz y el boricua Héctor Lavoe.
De Gracia, de 55 años, presento su nuevo disco, el cual describió como «una pieza de colección, una joya musical» por ambos tributos a dos de los artistas más populares del género caribeño de la salsa.
«El sueño de todo artista es ser escuchado. Unos quieren fama, otros dinero, pero yo lo que quiero es que mi música se escuche alrededor del mundo, y que los compañeros reconozcan el trabajo que hicimos», sostuvo De Gracia.
Para este nuevo álbum, el cual De Gracia demoró en terminar diez años, contó con la participación de alrededor de 100 artistas, entre músicos y cantantes, en su mayoría de Puerto Rico, desde «la época dorada» de la salsa hasta la nueva generación.
El primer tributo que aparece en el álbum es a Cruz, conocida como «La guarachera de Cuba», con los temas «Químbara», «Cúcala», «Usted abusó», «Soy antillana», «La vida es un carnaval» y «Bemba colorá».
«Celia se ganó el respeto del músico salsero», indicó De Gracia sobre Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad (1925-2013), verdadero nombre de la también llamada «La reina».
En el tributo a Cruz, quien junto a Lavoe formaron parte de Las Estrellas de la Fania -considerada por muchos seguidores como la máxima orquesta de salsa en la historia-, participan cantantes latinoamericanas y asiáticas, como la venezolana Hindy Castillo, las boricuas Michelle Brava y Melina Almodóvar y la japonesa Yoko.
«La salsa se ha conocido como un género machista y yo quise darle la validez que se merece. Son pocas las mujeres que se han atrevido a hacer esto», enfatizó De Gracia sobre la decisión de recordar a Cruz, exmiembro de La Sonora Matancera y conocida por otros temas, como «Soy antillana» o «La ceiba y la siguaraya».
De Gracia admitió que el primer tributo que decidió grabar fue el de Lavoe, de quien dijo que cuando escuchó su música por primera vez, le impresionó mucho.
Igualmente, por el compañero de orquesta de Lavoe, el trombonista boricua Willie Colón, fue que se interesó en tocar dicho instrumento de viento y a quien imitó en la película «El cantante», protagonizada por Marc Anthony y Jennifer López.
«Para mí Héctor es el cantante de los cantantes», afirmó De Gracia recalcando uno de los motes que llevó Héctor Juan Pérez Martínez (1946-1993) durante sus años de carrera.
Lavoe se convirtió en una de las grandes estrellas de la salsa por legendarios temas como «Todo tiene su final», «El Todopoderoso», «Aguanilé», «El cantante», «Rompe saragüey» y «Paraíso de dulzura».
Lavoe falleció a causa del sida -contraído por utilizar jeringuillas usadas- el 29 de junio de 1993 en el hospital Saint Claire de Nueva York, a los 47 años.
Lavoe, natural del barrio Bélgica de Ponce, ciudad al sur de Puerto Rico, comenzó a destacarse en la música cuando decidió mudarse a Nueva York.
Según varias teorías de los historiadores de la música, la salsa nació en los barrios de Nueva York hace más de sesenta años gracias a jóvenes músicos latinoamericanos que emigraron a esa ciudad.
Una de las teorías más extendidas le atribuye su nacimiento al músico dominicano Johnny Pacheco, quien se refirió a la salsa como una mezcla de ritmos caribeños como la guaracha, mambo, pachanga, guajira, guagancó y chachachá.
El racismo, la emigración de cubanos, dominicanos y puertorriqueños a EE.UU. o el consumo de drogas, fueron algunas de las temáticas con las cuales la salsa comenzó a infiltrarse entre los jóvenes, que la bailaban en clubes de Nueva York y Puerto Rico.
En el tributo a Lavoe se incluyen las canciones «Juana Peña», «Barrunto», «El cantante», «Periódico de ayer» y «Mi gente».
En el homenaje cantan intérpretes de la nueva generación de la salsa, como Gerardo Rivas y Norberto Vélez, miembros de la orquesta NG2, Juan Pablo Díaz y Juan José Hernández.
Asimismo, algunos de los veteranos músicos que colaboraron en el tributo fueron el trombonista Reynaldo Jorgge, el bajista Edwin Morales, el trompetista Julito Alvarado y Pete Perignon en el bongó.
«Para este junte lo que quise hacer fue una versión de músicos reconocidos con los que están subiendo. La generación que viene tiene la intención», sostuvo De Gracia, quien incluyó en el disco el tema «Lágrimas negras», grabada por primera vez en 1929 por el Trío Matamoros de Cuba.